La pubertad es aquella época que supone una transición entre la niñez y la edad adulta.
En este momento hay una gran maduración de las glándulas productoras de hormonas, que comienzan a funcionar a pleno rendimiento para producir los cambios fisiológicos necesarios.
Este cambio hormonal, además de la consecuente adolescencia, trae consigo problemas de salud bucodental. Entre ellos figura la gingitivis.
Por ello, en este momento de la vida hay que prestar una especial atención al cuidado de las encías.
La gingitivis
La gingivitis es una forma bastante frecuente, y normalmente de poca gravedad, de enfermedad de las encías. ¿Sabías que se manifiesta con una irritación, hinchazón y enrojecimiento de toda la zona de las encías más próxima a las piezas dentales?
La gingitivis asociada a adolescencia no difiere mucho en su sintomatología de aquella que se presenta también en adultos. Sobre todo, de la inducida por placas. Su aparición también va de la mano de la presencia de una serie de factores. Entre ellos puedes encontrar: niveles de la placa bacteriana, presencia de caries dentales, respiración por la boca, malposición dental o mala higiene oral.
La gingitivis de la pubertad
Dado al gran cambio hormonal que se produce en este periodo, la gingitivis asociada a la pubertad se desarrolla con un nivel de placa dental menor al esperado. Por eso es tan importante que mantengas una correcta higiene dental durante toda la adolescencia.
Este tipo de gingitivis se produce por el incremento de las hormonas sexuales. Especialmente, si eres mujer, ya que los estrógenos y la progesterona son las dos hormonas más relacionadas.
Ambas hormonas producen un aumento de la circulación sanguínea en la zona de tus encías. Esta circunstancia termina por favorecer un incremento de la respuesta inflamatoria a la reacción de las bacterias que forman parte de la placa bacteriana.
Consejos para la prevención de la gingivitis asociada a la pubertad
Sigue estas pautas para alejar esta patología de tu cavidad oral:
1. Correcta higiene bucodental
Como ya te hemos comentado, la placa dental juega un papel fundamental en el desarrollo de la gingivitis. Por eso, resulta básico mantenerla a raya en todo momento.
Para ello hay que cepillar los dientes tras cada comida, o, al menos, dos o tres veces de forma rutinaria.
2. Rutina de higiene dental completa
Al menos una vez a la semana hay que realizar el proceso conocido como la rutina de higiene dental completa. Consiste en añadir a la limpieza de tus dientes elementos interproximales como pueden ser cintas o sedas dentales, así como colutorios. Así es como conseguirás eliminar todo posible resto de placa dental.
Además, existen productos en el mercado que han sido diseñados específicamente para combatir la placa dental, el principal enemigo en el desarrollo de la gingitivis.
3. Revisiones dentales periódicas
Es básico acudir al menos cada año a nuestra clínica para revisar tu dentición. Esto permitirá un diagnóstico temprano y, por ende, la aplicación de un tratamiento adecuado lo antes posible.
Aun así, no te alarmes. La gingivitis de las encías asociada a la pubertad es un proceso temporal y reversible, sobre todo con la ayuda de nuestros dentistas especializados.