El embarazo es uno de los estados de la mujer en los que más cambios se producen en el organismo. El aumento de pecho, las náuseas, los vómitos, especialmente en las primeras fases del mismo, ardores y poca tolerancia a algunos alimentos son algunos de ellos. Y estos pueden ayudar a crear afecciones dentales. ¿Quieres saber cómo?
Problemas dentales durante el embarazo
Vamos por partes para entender el contexto. Los cambios pueden producir ciertas enfermedades que a su vez impactan negativamente durante la gestación.
Hay investigaciones que señalan que algunas patologías bucales como la periodontitis pueden favorecer riesgos como partos prematuros, bajo peso en los neonatos, diabetes gestacional o incluso preclampsia.
Un ejemplo lo vemos en los estrógenos y la progesterona, hormonas que aumentan considerablemente durante el periodo de gestación y facilitan la gingivitis (la patología más común en estos casos), la aparición de caries, la propia periodontitis o incluso xerostomía fisiológica.
Para saber si estamos ante una situación difícil, hay varias señales que nos alertan: sangrado gingival o inflamación en las encías, molestias durante el proceso de masticación, sensibilidad excesiva en los dientes o mal aliento son algunas de ellas.
Tratamientos dentales
Con este contexto, está de más decir que lo primero que debemos hacer es consultar con los especialistas de nuestra clínica dental en Vitoria. Ellos nos dirán qué tratamientos dentales podemos hacernos durante la gestación y cómo evitar estas afecciones más comunes de lo deseado.
Lo primero que hay que considerar es que la limpieza bucal durante el embarazo es muy importante. El segundo paso, por supuesto, es informar a nuestro dentista de la gestación, tan pronto como lo sepamos.
Qué sí y qué no
Los tratamientos periodontales no quirúrgicos que se realizan durante el embarazo son seguros para el feto y para la madre. Eso sí, expertos sugieren realizarlos en el segundo trimestre del mismo, es decir, entre la semana 14 y 20, después de que el riesgo de embarazo espontáneo se haya reducido.
Cualquier acción que requiera anestesia local, como un empaste (este es seguro en cualquier momento para la madre), una endodoncia o incluso la extracción de alguna muela, será segura tanto para ti como para tu bebé.
Las radiografías son también seguras para las embarazadas si se hacen para conocer algún diagnóstico. Este examen significa una exposición escasa a la radiación y sus posibles efectos nocivos. De todas formas, la zona abdominal debe ser protegida con un collarín de plomo y un delantal para reforzar la seguridad.
También es segura la limpieza bucal realizada por un profesional o profilaxis. Esto ayudará, junto con nuestra limpieza diaria, a evitar la gingivitis.
En cuanto a las medicinas que se pueden tomar, los anestésicos con epinefrina deben evitarse, no así la lidocaína, la cual es recomendada. Si estás tomando alguna medicación por tu embarazo, coméntalo con los especialistas de nuestra clínica dental en Vitoria para que sepan qué pueden recetarte.
El embarazo es un periodo de muchos cambios. Un descenso de nuestras defensas durante esta época hace posible que padecimientos bucales puedan desarrollarse en nuestro cuerpo. La atención profesional es clave para mitigar cualquier efecto.